dilluns, 27 de desembre del 2010

Forum Sociologia: la professora Flores

Texto de la professora Palos:

"El currículo, desde la perspectiva de género, nos permite diferenciar entre el currículo explícito y el currículo oculto o escondido (Stromquist, 1998). [...] El currículum oculto está constituido por todos los mensajes que se transmiten y se aprenden en la escuela sin que medie una pretensión explícita o intencional, y de cuya transmisión pueden ser conscientes o no los docentes y el alumnado. El currículo oculto está formado, entre otros elementos, por creencias, por mitos, por principios, por normas y por rituales, que, de manera directa o indirecta, establecen modalidades de relación y de comportamiento de acuerdo con una escala de valores determinada.En el ámbito educativo se deben plantear interrogantes acerca de los modelos, de los valores y de las expectativas de género que se enseñan y que se aprenden a través de la experiencia educativa; acerca de cómo se articulan con otros valores que circulan en las aulas [...] Es necesario debatir sobre la incidencia de este marco cultural para el desarrollo integral, para el rendimiento del estudiantado y para su futuro desempeño social. De acuerdo con la Teoría de los Roles, toda realidad se construye socialmente sobre la base de las interacciones entre personas que constituyen roles; algunos de ellos se fijan, se estereotipan, ahorrando a los sujetos la tensión y la inestabilidad que produce la incertidumbre.Cada persona posee un acervo infinito de roles, entre los cuales elige uno de acuerdo con el contexto, con el tipo de relaciones que en dicho contexto se generan. Desde esta perspectiva, en las diversas instituciones uno aprende a ser hombre o mujer, es decir, aprende los roles y las actitudes asociados a los sexos (Stromquist, 1998).De este modo, la escuela sería un espacio en el cual los individuos aprenden a ser alumnos y alumnas, pero también varones y mujeres, vale decir, que aprenden los comportamientos adecuados por pertenecer a una u otra de estas categorías. Se transmiten en todo momento mensajes a través de las palabras y de los tonos de voz, de los gestos, de las formas de aproximarse a las personas, de las expectativas que se expresan.Diversos autores han puesto en entredicho el mito de la meritocracia, según el cual la escuela acoge con imparcialidad a niños y a niñas, y estimula talentos individuales de acuerdo con las aptitudes, sin consideración de características adscritas, sean éstas de clase o de género (Stanworth, 1981).La sala de clase es un ámbito en el que niñas y niños dependen de una persona adulta dotada de mucho poder, y que está relacionada de forma directa con el futuro de dichos niños/as a largo plazo, por lo que difícilmente puede evitar participar en los procesos en los que las relaciones normales y las clasificaciones entre los sexos son definidas en todo momento (Stanworth, 1981).Las investigaciones efectuadas hacen ver que, en la sala de clase, los docentes reproducen de modo activo el sistema jerárquico de divisiones y de clasificaciones de género, que no lo cuestionan sino que lo refuerzan, y ello ocurre a pesar de que en su discurso teórico propician la igualdad entre los sexos (Stanworth, 1981; Dupont, 1980; Gianini Belotti, 1984; Moreno, 1986).Esta reproducción no opera de manera abierta, dado el discurso igualitario de la escuela, sino en forma invisible e incluso inconsciente, pero eficiente. Se enseñan las mismas materias a niñas y a niños, pero dando a entender que no necesitan adquirir el mismo dominio sobre ellas. A medida que se explica la materia se dan ejemplos que privilegian a uno o a otro género, o bien se trabaja con textos cuyas ilustraciones hacen más referencia a un sexo que a otro (Stanworth, 1981).Se constata que, si bien hoy en día las mujeres se educan en establecimientos mixtos y siguen el mismo currículo, salen de la escuela con expectativas distintas y convencionales del trabajo entre los sexos. Hay una polarización de las mujeres hacia lo humanístico-artístico, y de los hombres hacia la ciencia y la tecnología, siendo este patrón más marcado en las escuelas mixtas que en las de un solo sexo.[...] Casi siempre los niños reciben mayor atención y tiempo de sus profesores y profesoras, ya sea porque son alumnos brillantes, ya sea porque se portan mal. Se recrimina más a los niños, y eso equivale a que se les presta más interés.De las niñas, en cambio, los profesores esperan que sean más cuidadosas, más atentas y disciplinadas, y menos creativas. Los niños y las niñas hacen más sencillo para el profesor aplicar la regla de género. Las niñas son más tranquilas, los niños más inquietos. El anonimato de las mujeres es causado en parte por su silencio, lo que, a su vez, lleva a que los profesores recuerden con más facilidad la cara y los nombres de los niños que de las niñas.El grado de estima que los profesores demuestran a sus alumnos o alumnas se manifiesta en gestos tales como recordar sus nombres, responder o no a sus preguntas, etc., condicionantes que son muy importante para ellos y para ellas.Este «reconocimiento» ejerce gran influencia en la autoimagen de los alumnos y de las alumnas; por lo tanto, puede llegar a tener consecuencias en el éxito escolar de unos y de otras y en su desarrollo personal. Las investigaciones han demostrado que el lenguaje utilizado en la sala de clase es un elemento fundamental en la transmisión de la jerarquía de géneros (Binimelis, 1992).Aun cuando las alumnas son responsables y capaces, tienden a ser percibidas por sus profesores y profesoras como carentes de autoridad y de asertividad, cualidades consideradas como prerrequisitos de ocupaciones y de empleos masculinos. Sólo cuando una alumna contradice en forma marcada el estereotipo femenino, sus profesores logran concebirla en una carrera no tradicional (Gipps, 1996).Utilizando el método de etnografía de aula, se destaca que la esfera pública está dominada por los varones, y que las niñas son propensas a reducir su participación al mínimo, mostrándose incómodas cuando son interpeladas frente al curso. De este modo, tienden a colocarse como meras espectadoras del proceso de construcción del conocimiento, proceso cuyos protagonistas son sus compañeros y el o la docente (Boistick, 1996)."

Comentari personal:

Tal i com exposa la professora Flores, el currículum explícit és aquell que s’ensenya de manera directa i per tant hi ha constància d’ell al currículum escolar sobre allò que s’ha d’ensenyar, mentre que el currículum ocult és aquell que es transmet de manera indirecta com ara les normes de comportament, els valors, les creences etc. Segons la meva opinió, tant important és un com l’altre pel fet que ambdós van dirigit a l’alumne, ja siguin de manera directa o indirecta, per ser el subjecte actiu del seu propi aprenentatge.

D’altra banda, segons la teoria dels rols, la qual afirma que la realitat es construeix sobre la base de les interaccions entre les persones que constitueixen rols, com ja sabem cada persona desenvolupa diferents rols dins la societat segons el context en que es trobi com ara: pares, mares, estudiants, polítics etc. Tal i com afirmà el filòsof Plató (427 a.C - 347 a.C) per arribar al perfecte ideal de ciutat, cada ciutadà havia de desenvolupar un rol determinat: pagesos, guardians o governants.

A més a més, segons la meva opinió, gran part de les escoles al llarg dels anys han ensenyat de manera preferent l’elitisme, que és la creença o actitud que consisteix en sostenir que aquells considerats com de l’elit (grup de persones amb notables habilitats personals, riqueses etc.) són a les que s’han de dedicar major temps per ensenyar. Per contra de la meritocràcia, que és una forma d’organització social basada en l’habilitat de les persones. Ja que pens que sempre s’ha tingut una major predisposició per ensenyar a nens de classes altes o als més llestos que no pas a nens més pobres o amb problemes cap a l’aprenentatge. La qual cosa es tradueix avui dia, tal i com afirma Flores: “ no opera de manera oberta, donat el discurs igualitari de l'escola, sinó de forma invisible i fins i tot inconscient, però eficient”. I aquest fenomen, és el que es coneix com a regla de gènere, la qual cosa produeix diferència en el tractament cap a nins (considerats més nerviosos, i que han d’estudiar ciències i tecnologia) i les nenes (considerades més callades, quietes, i que han d’estudiar humanitats i arts).

En definitiva, he de destacar que aquest autoreconeixement indirecte que es sol prestar més als nens pot arribar a tenir grans conseqüències, ja sigui en l’èxit o fracàs acadèmic d’uns i d’altres i, per suposat, en el seu desenvolupament personal. Per tant, com a futures mestres, hem d’anar amb compte de no tenir preferències cap a un o altres sexe, però tampoc cap a nens considerats “normals” per contra altres amb algun tipus de deficiències perquè tot això els nens ho reben ja di manera directa o indirecta segons el currículum i el pot marcar per a la resta de la seva vida. Per tot això, podem dir que l’escola constitueix un àmbit on els individus aprenen a ser alumnes, però també persones gràcies al que es coneix com a currículum explícit i ocult.

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